30.3.09

No todo son montañas.


Como dice el título de mi blog: las montañas me gustan muchísimo. Toda la vida la he pasado entre ellas.

Cuando mi abuela me contaba historias de su juventud en la aldea de El Quempu, al pie de la monumental Penubina, yo me quedaba obnubilado escuchando historias de montañeses, cuando siendo muy niño iba con mis tios y primos a ver las vacas de mi abuelo caminando por los senderos entre exuberantes bosques de frondosa vegetación me enamoré perdidamente de ellas.

Como cualquier montañero apasionado viajo todo lo que puedo para subir montañas a lo largo y ancho del mundo. En ellas encuentro lo más parecido a eso que se llama felicidad, en ellas obtengo energía suficiente para vivir con pasión.

Pero esa pasión no puede ser ciega ni vivirse fanáticamente. Cuando comencé a viajar por otros países dando rienda suelta a esa pasión descubrí que el objetivo inicial de llegar a la cumbre se convirtió en algo secundario.

Descubrir otras culturas, convivir con otras gentes de lugares lejanos, admirar otros paisajes, explorar el ancho mundo,... convertirse en un viajero.

Todo ello me emociona.

Recordando la ascensión al Muztaghata de hace un par de años mientras miraba las fotos del viaje me di cuenta que los mejores recuerdos, las mejores sensaciones las tuve con las pequeñas cosas que acompañaron la ascensión: pasear por las ciudades atónito y fascinado , observar boquiabierto los gestos de la gente, ... me sigue haciendo vibrar aunque ya llovió desde aquello.

Todas estas vivencias te enriquecen como persona.

Estas fotos creo que hacen que se comprenda mejor lo que intento expresar....





...y la bellísima música de Michael Nyman que estoy escuchando ayuda mucho.

23.3.09

No tiene precio.


Hay cosas que no se pueden pagar con dinero. Para mi el tiempo libre es una de ellas.

El viernes 13 ya tenía las piernas devoradas después de cuatro días seguidos de telemarkeo brutal por Valgrande-Payares. Hace calor y a medio día tenemos esa nieve primavera lenta y difícil de mover que tanto me divierte porque con estos pedazo de tablones de telemark con 85 de patín que últimamente me acompañan a todas partes te lo vas comiendo todo.

En la televisión veo que la previsión del tiempo apunta a una nueva semana de tiempo espléndido. Tras las últimas tensiones en el curro necesito relajar y seguir alejado de la oficina. No voy a desaprovechar esta conjunción de astros: sol y nieve abundante, así que recurro al "comodín de la llamada" o sea que solicito un permiso sin sueldo para no tener que aparecer por la oficina durante toda la semana.

Y me escapo hasta mi refugio pedricero de caóticas formas, donde encuentro siempre la paz.

Sin premuras, disfrutando de la tranquilidad, hago un poco de todo: escalo sencillas placas graníticas verticales y con canto ya que con este calor la adherencia está cara, telemarkeo por la estación de Valdesquí junto con un par de miembros de la secta que casualmente me encontré por las pistas, corro por los bosques de coníferas y jaras ya a punto de primavera, hago alguna incursión telemarkera por las cumbres de la Sierra de Guadarrama foqueando el Pico Valdemartín y Las Cabezas de Hierro para después deslizarme por sus soberbias caras sur , me siento a diario en la primera fila del gran espectáculo del atardecer,...







...y es que poder hacer todas estas cosas que tanto me gustan en una bella semana de Marzo, realmente no tiene precio.

11.3.09

Horas de vuelo.


Para pilotar bien hay que meter muchas horas de vuelo. Y en eso estoy ahora.

La semana pasada la pasé prácticamente encerrado en la oficina trabajando por las tardes , haciendo un curso de Nokia por las mañanas y de guardia todo el fin de semana. Desde la ventana de la oficina se veía la lluvia caer con fuerza. Prácticamente no paró desde el miércoles al sábado.

Y toda esa lluvia en las montañas se convirtió en la enésima nevada de esta gran temporada. Otro paquetón de nieve.

El domingo volvió el tiempo primaveral y toda esa nieve recién caída, muy inestable, se puso peligrosa. El riesgo de aludes es muy alto.

Pero las pequeñas estaciones de esquí de la Cordillera Cantábrica que los últimos años estaban tristes y raquíticas por la falta de nieve están ahora deslumbrantes.

El trabajo me tiene un pelín depresivo últimamente, sé que es algo bastante común en el mundo laboral y que con esta crisis no debería ni quejarme, pero me afecta. No lo puedo evitar.

Esta semana libro así que me puedo entregar plenamente a mi pasión.

Sin estresarme agarro todos los utensilios de esquiar, me monto en el coche, pongo a todo volumen a Van Morrison y me voy a telemarkear. Todas las preocupaciones se volatilizan de mi cerebro.

En estos espléndidos días de sol y nieve, intento volar sobre las tablas de telemark y consigo volar con mi imaginación.

6.3.09

Caltiense l'Iviernu.


Dos selmanes siguies de bon tiempu ficieron que a los árboles frutales abultára-yos que la primavera aportara y entamaron a espoxiga-yos perguapes flores de colores.




Pero esti añu l'iviernu vieno con rixu y ainda nun quier colar.




Yera un día xelaor.




Estí llunes xubí a foquear a Payares. La ñeve tapecíalo too.




Esti llargu y fríu iviernu abellúgase ente nos y entá nun mos dexa.





Y me presta enforma!!!




2.3.09

Multiactivo.



Después de pasarme el martes de carnaval, que en Asturies llamamos Antroxu, en el trabajo de guardia, pensé que había que hacer algo más divertido el resto de la semana.

Hacía ya demasiado tiempo que no salía del Planeta Axturias, y eso que en estos últimos días estaba irreconocible con tanto sol.

Cambiar de aires siempre me resulta agradable así que arranqué el coche en La Ḷḷera y lo aparqué en La Pedriza cuatro horas después. Nada más bajarme ya me impregnó el olor a jara y pino. ¡Qué sensación más familiar!.

Olga me estaba esperando con la cuerda y los gatos en la mano y nos fuimos a pasar la tarde como las lagartijas, trepando al sol detrás de casa hasta que los últimos rayos se ocultaron tras la Camorza y las cabras montesas ya no veían ni para pastar.
Caminando al atardecer, de vuelta a casa, con los dedos cansados, la adrenalina liberada en la roca y una agradable sensación de paz interior.






Yo sólo había estado una vez en la estación de esquí de La Pinilla pero no cuenta porque de aquella no tenía apenas nieve, así que ya era hora de volver a visitar la Sierra de Ayllón. Esta vez a darle al telemark y hacer un poco de turismo por tierras segovianas: deslizarse por La Pinilla y pasear por el bonito pueblo de Riaza.

Buena combinación... ¡Olga y yo amortizamos el forfait!








Siguiendo con mi pasión telemarkera el viernes me fui a bajar con los talones libres la cumbre más alta y emblemática de la Sierra de Guadarrama: El Pico Peñalara.
Subí dándolo todo, gocé de ese momento siempre mágico de la cumbre recreándome con las vistas y bajé haciendo mi penitencia de genuflexiones sobre las tablas hasta la misma carretera del Puerto de Cotos.... cansado, feliz y contento.







El sábado había quedado en Gasteiz con Aitortxu y Karlos para irnos a hacer la travesía de esquí de montaña de La Euskal Mendizale Federazioa por el valle de Ansó. Llevaba toda la semana suspirando por ir. Una súbita llamada anunciándome una defunción en la familia trunca mis deseos y me obliga a volver corriendo a casa. Tengo que estar al lado de los mios en estos momentos.

Y me recuerda, con toda su crudeza, que la vida son dos días y que pienso vivirlos con toda la energía y vitalidad que sea capaz.