22.8.10

Vuelta al Mampodre en BTT.


Perfil de la ruta.



El pasado domingo amaneció un día espléndido.

Nando y Raquel habían decidido irse al norte de la provincia de León a recorrer una ruta en bicicleta de montaña llamada Vuelta al Mampodre.

Me uní al plan.

La ruta es preciosa. El Mampodre es un pequeño grupo de abruptas montañas junto a los embalses de Riaño y del Porma, en la Montaña Oriental Leonesa. Es una zona muy frecuentada por los alpinistas en invierno ya que sus frías caras norte suelen acumular abundante hielo y por los montañeros en cualquier estación debido a la belleza de sus cumbres.

Esta ruta en BTT da una vuelta completa al macizo siguiendo una sucesión de largas pistas y algunos tramos de carretera que comenzando y finalizando en Puebla de Lillo nos acerca a los bucólicos pueblos de Cofiñal, Maraña, Liegos, Lois, Solle y San Cibrián de la Somoza.

Era la primera vez que me planteaba hacer una actividad física al ritmo de amigos "no lesionados" y me resultó excesivamente larga, sufrí mucho los últimos kilómetros. Y eso que Nando y Raquel se portaron genial con "el coxu" y me fueron esperando. Aunque me pese todavía estoy convaleciente, debo tener paciencia y cuidado... pero las sensaciones son espléndidas: mi nuevo ligamento resiste!.

Llegué a casa feliz y relajado a ponerle hielo a la rodilla para bajar la inflamación. Y al día siguiente a descansar en la playa que mi pobre pierna todavía se queja un poco.

Un día hermoso que me dejó en la retina bellas imágenes:
















18.8.10

Retornar.


Han pasado ya seis meses y medio desde que rompí el ligamento de la rodilla y cinco y medio desde la operación de "plastia de LCA".

Fueron meses de largas sesiones de gimnasio y clínica de rehabilitación, de muletas y cojera, meses de lentos paseos por las calles de Uviéu, de lecturas al atardecer en el sofá de casa. En definitiva, un periodo de absoluta tranquilidad, una fase que me resultó dura pero a la postre provechosa.

Lenta y progresivamente siento como el vigor va volviendo a mi rodilla.


Y con la fuerza, también retornan a mi mente esas sensaciones que tenía casi olvidadas ya:

Mis dedos se agarran a la roca aspera mientras intento colocar sutílmente mi pie de gato, miro para abajo y veo el suelo allá lejos, siento un hormigueo en el estómago...






El aire golpea mi cara, freno bruscamente mi BTT antes de tomar la curva derrapando levemente y formo una nube de polvo a mi alrededor, las gotas de sudor resbalan por mi rostro y el barro tiñe de marrón mis piernas...






Troto rítmicamente por la hierba aún húmeda, oigo nítidamente como se aceleran las pulsaciones de mi corazón, respiro profundamente para que el aire inunde mis pulmones...






Huele a sal, tumbado en la arena el sol calienta mi rostro, mi cuerpo se relaja tras nadar entre las olas del bello Mar Cantábrico...






Cuido de la huerta y de los árboles, con la motosierra y el hacha corto los troncos secos preparando leña para el invierno, recojo la fruta madura, riego las flores , siego la hierba con la segadora y la guadaña,...






Y ahora, tras la lesión, disfruto de todas estas sensaciones como si hoy fuera el último día de mi vida.