27.3.11

De novela.



"Los rayos del sol naciente bañaron las cimas del Tauro, los picos se tiñeron de rosa y centellearon cual joyas en el valle sumido aún en la sombra. Luego el manto luciente comenzó a extenderse lentamente sobre las crestas y las laderas de la gran cadena montañosa". El Imperio de los dragones


En la novela de Valerio Massimo Manfredi un grupo de legionarios romanos huye de los persas atravesando todo el Imperio Sasánida hasta llegar a China.

Y para conseguirlo era imprescindible atravesar la Cordillera del Ala-Dagh, los míticos montes Tauros, cruzando las Puertas Cilicias.
Külek Boazi: las Puertas Cilicias, son una estrecha garganta por la que fluye el río Gökoluk, entre los montes Bolkar y Aladag.

Desde la Antigüedad, cientos de ejércitos han atravesado este paso: La expedición de los Diez Mil narrada por Jenofonte en la Anábasis, Alejandro Magno en su marcha hacia el corazón del Imperio Aqueménida, la Primera Cruzada bajo el mando de Ademar de Monteil ...

Las novelas ambientadas en la historia antigua siempre me han entusiasmado: Viajeros de la Ruta de la Seda, legiones del imperio romano, las conquistas de Alejandro Magno, las invasiones tártaras, Grecia enfrentada a Persia,...

Imperios lejanos y evocadores. Héroes legendarios.

Y cada cierto tiempo intento compaginar pasiones: esquiar montañas lejanas y con una aureola mítica.

Esquío hermosas cumbres y conozco lugares épicos.









Nos vamos a Turquía: A la Cordillera del Tauro. Y por supuesto también visitaremos Capadocia y Estambul. Viejo anhelo que el año pasado se truncó por mi lesión de rodilla.

En pocos días Aitor y yo, con nuestros esquíes  a cuestas, volveremos a viajar juntos.

Ahora nos toca a nosotros atravesar las Puertas Cilicias.

Esquí de novela.

19.3.11

Desabrigarse.


La primavera ya retorna y yo estando de guardia este fin de semana aprovecho las horas libres que tengo para subir a las montañas.

El viernes fui a foquear a Payares a última hora de la tarde y la nieve papa que me encontré, tan difícil de mover como un camión de arena, ya me anticipó que el momento de ir quitándome ropa de encima estaba llegando.

Y así el sábado Vitor y yo fuimos a echar una carrera por el Cordal del Llosoriu ligeros de ropa tras meses de ir embutidos en el equipamiento invernal. Cambiamos las botas de esquiar por las zapatillas de deporte y dejamos que el aire acariciara nuestros brazos y piernas.

 







Trotamos alegremente por la divisoria de los conceyos de Riosa, Ḷḷena y Mieres con el fragoso escenario de las verdes praderías, el ganado pastando apacible a nuestro alrededor y la Cordillera aún nevada esperando alguna buena esquiada más antes de finalizar la temporada.

Y el domingo nos volvimos a juntar Vitor y yo para calzar los olvidados pies de gato y desentumecer mis anquilosadas articulaciones yendo después de bastante tiempo nuevamente a las paredes de Otura. Vías muy sencillas para disfrutar de la vuelta a la verticalidad.


 




13.3.11

Programa de Fin de Semana.

Levantarme tranquilamente, sin ninguna prisa. Ya madrugo demasiado y me acuesto tarde por semana y el cuerpo me pide descanso. 





Entrenar con Luque en San Isidro foqueando alrededor del Picu Toneo. Hay que ponerse fuerte para el próximo viaje.






Estudiar las materias del bloque común del TD1. Que los exámenes se acercan y no tengo ni idea de Anatomía, Entrenamiento, Primeros Auxilios, Sociología y Psicopedagogía.










Cena sabrosa y dormirse tranquilamente delante de la chimenea.







8.3.11

Relax.

Hermoso martes tempranamente primaveral en el valle.

Puntual, a las nueve de la mañana, llegó Camilo a nuestra cita para subir a foquear un rato. Yo ya tenía preparado el café. El trajo las madalenas. Un momento de relax y charla antes de arrancar.

Hacía ya demasiado tiempo que no coincidíamos Cami y yo para ir a la montaña. ¡Qué importantes son los buenos y viejos amigos!

Llegamos al Puertu Payares y aparcamos al pie del Picu Celleros. Al salir del coche ya notamos que el viento soplaba fuerte del sur.

Empezamos a remontar las amplias palas del Picu Celleros con un viento cada vez más fuerte y frio. Nada que ver con el apacible clima que dejamos en casa.

La Naturaleza siempre nos recuerda su fuerza.

Hicimos un par de subidas y, lógicamente, de hermosas bajadas. Luego seguimos relajándonos en Busdongo con nuestra terapia de embutido, vino y tertulia.

Al llegar a casa unos espléndidos 20º me recibieron. Me tiré al sol a descansar, creo que ronqué. El canto de los pájaros me acunaba suavemente. ¡Qué paz!

Tras el descanso reparé los esquís en mi nuevo  y relumbrante taller.

Mañana vuelta al trabajo y al estudio. Pero con las pilas cargadas y los esquís arreglados se ve todo de otra manera.

Fue un hermoso día de activo relax.


7.3.11

Flotando.


A un sábado apaciblemente casero siguió un domingo de magnífica actividad en el Macizo de Ubiña.

Bajada apoteósica flotando sobre nieve polvo desde la cumbre de la Peña Cerreos (2.101 m.) hasta la misma puerta de las casas de Tuiza Riba.





Junto a Olga, Marta y Luis disfruté de uno de esos días que te seducen y unen irremediablemente al esquí de montaña para toda una vida.

5.3.11

Güei nun hai montañes.


Güei llevanteme sero. Taba escosáu d'una selmana de prieses continues: Trabayu, escuela, exámenes, telemark...entainando a toes hores.

Punxi un par de llavadores, recoyí una casa que taba fecha un corripu, apinada de coses perdayures. 

La ñeve nes cumes, les flores nel práu y nes ciruelares; xunen l'iviernu que cuela cola primavera que torna.






























Y yo caleciendo baxo un sol prestosu, espurrí el mio cuerpu escosu dementres oyía músiques qu'aselen l'alma.



Non, de xuru que güei nun foi un día pa xubir a les montañes.