Nos encontramos el Valle de Ansó absolutamente cargado de nieve recién caída. Hacía mucho tiempo que no nevaba tanto en el Pirineo Occidental.
Desde las inmediaciones del Refugio de Linza, ascendimos con esfuerzo abriendo una profunda huella en la nieve polvo, hasta alcanzar los 2.329 metros de altura de la cumbre del Pico Chinebral de Gamueta.
Y tras la ascensión emprendimos un largo descenso...
Uno de esos días que tiene todos los ingredientes necesarios para que te enamores del esquí de travesía: La soledad de la montaña, la calidad de la nieve, el espléndido día de sol y la compañía.
