22.4.13

Montes Tatras. Polonia. Segunda parte


Tras una noche en la que el viento no cesó de golpear los cristales, salimos del refugio Chocholowska mientras la fuerte ventisca agitaba la nieve en las crestas.

Remontamos hasta el Collado Iwanlacka con intención de ascender la cumbre del Pico Ornak, pero en esta ocasión la montaña no se mostró generosa. Protegidos por la espesura del bosque descendimos hasta el fondo del valle de Koscieliska buscando resguardo en el refugio Ornak. Tras una ronda de cervezas, proseguimos el descenso hasta Zakopane con la borrasca pisándonos los talones.

Ir a comer algún plato típico de la consistente gastronomía polaca, echar un vistazo en las tiendas de montaña que abundan por las calles céntricas, visitar la exposición del Parque Nacional de los Tatras, descansar en el hostel, degustar la gran variedad de cervezas locales, comprar souvenirs; las horas transcurren plácidamente en el valle.

Nuestra última incursión nos encamina hacia el área más agreste de los Tatras polacos. Al final del valle de Rybiego Potoku se encuentra el precioso refugio de Morskie Oko (Ojo del Mar), en la orilla norte del lago homónimo y al pie del Pico Rysy (2.499 metros), techo de Polonia. Este agreste circo alpino es uno de los parajes naturales más bellos de los Tatras, y sirvió de inspiración a grandes artistas polacos como el compositor Zygmunt Noskowski.


Zygmunt Noskowski - Morskie Oko Op. 19 (1875) 




La idea inicial era intentar ascender el Pico Rysy, pero la gran cantidad de nieve acumulada y la fuerte pendiente hacían que el riesgo de avalancha fuera demasiado elevado. Desistimos y escogimos la ladera contraria más sencilla y protegida.

La esquiada fue magnífica pese al cambio de planes. No hubo sentimiento de decepción. Aitor, Oier, Xabi y yo, como le ocurrió durante siglos a la  intelectualidad polaca, nos sentimos inspirados por la grandiosidad de Los Tatras, y retornamos al valle con una sensación de plenitud, mientras echábamos una última mirada fugaz a las poderosas cumbres que, en la lejanía, parecían decirnos: hasta la vista.




Post de Morskie Oko en el Blog de Xabier Gatón.


10.4.13

Montes Tatras. Polonia. Primera parte


Estas abruptas, modestas y poderosas montañas, frontera natural entre Polonia y Eslovaquía, fueron nuestra elección anual.

Es ya una tradición, para Aitor y para mi, buscar cada año una cordillera que nos resulte lejana y sugerente para nuestras esquiadas. 

El año pasado fue Bulgaria, viaje al que se nos unieron Oier Markinez y Xabier Gatón; la compañía no pudo ser mejor, así que este año el grupo repitió. Me resulta difícil imaginar mejores compañeros ni esquiadores más avezados.

Los Tatras conforman la parte más occidental y de mayor altura del Sistema Montañoso de los Cárpatos, que se extienden desde Chequia hasta Hungría, pasando por Polonia, Eslovaquia, Ucrania , Rumanía y Serbia.

Hasta hace muy poco tiempo no sabía ni que había montañas en Polonia. Ahora estoy seguro de que volveré. 

Volveré, porque esta cordillera centroeuropea es de una belleza espectacular: cumbres escarpadas -refugio de una fauna variadísima- tapizadas de frondosos bosques e idílicos lagos, con una infraestructura de refugios impresionante, gente afable, y precios muy baratos para un europeo del sur. Si a ello le unimos nieve abundante y de gran calidad, tenemos los ingredientes necesarios para que la experiencia sea gloriosa. El único problema fue, tal vez, que la nieve era excesivamente abundante.

Al aterrizar descubrimos una Cracovia arropada por un generoso manto de nieve. Desde allí nos desplazamos en auto hacia el sur, a través de un paisaje omnipresentemente blanco, hasta Zakopane,  capital de los Tatras polacos, que despliega una importante actividad turística al pie de las montañas. 

La gran cantidad de nieve caída y las malas previsiones meteorológicas nos obligaron a modificar los planes. De la travesía inicialmente prevista, una semana atravesando toda la cordillera de oeste a este a través de la línea de cumbres, pasamos a realizar salidas de uno o dos días evitando las zonas con riesgo de avalancha, y esquivando los días de temporal bajando a descansar a Zakopane, esa “puerta de los Tatras iluminados por el gran sol”, como lo definiera Eugeniusz MalaczewsKi.

Nuestro primer encuentro con el powder polaco fue la ascensión al Pico de Kasprowy Wierch (1.987 metros). Allí constatamos lo que iba a ser la tónica general del viaje: bajas temperaturas, abundancia de nieve polvo y viento gélido en las cimas.

En el siguiente asalto ascendimos las cumbres Grześ (1.653 metros) y Rakoń (1.876 metros), durmiendo en el refugio de Chocholowska Polana. Una enorme y confortable casona de piedra que, como el resto de las que visitamos, recuerda la figura de su montañero más ilustre: Karol Józef Wojtyła, más conocido como Juan Pablo II, quien se definía a sí mismo, en esa escasamente conocida faceta de poeta, como “una arista joven y brusca de los Tatras rocosos”.







Información técnica detallada en el blog de mi amigo Xabi:

Ascensión al Kasprowy Wierch.

Ascensión al Grześ y Rakoń .



5.4.13

Picu Fuentes y La Rapaina



Fin de semana de excepcionales condiciones allá por la mitad del mes de Marzo.

Había nevado copiosamente durante la semana, y a la borrasca le siguió un fin de semana despejado y gélido, lo que conservó la nieve sin apenas transformar en las sombrías laderas norte.

Y escogimos dos caras norte por la zona del Puirtu Braña (San Isidro), que yo nunca había descendido con esquís.

El sábado, junto a Luque, Ana, Tamara, Manolo, Carlos y Fernando, ascendí el Picu Fuentes (2.021 metros) saliendo del Fielatu, remontando por Los Casteḷḷones y descendiendo por su canal nordeste.






















El domingo, Luque y yo, decidimos bajar la cara  norte de La Rapaina (2.022 metros). La nieve tenía tanta calidad que no pudimos resistirnos a volver a hacer la cumbre una segunda vez para gozar nuevamente con el descenso en compañía de Joaquín Zarabozo al que nos encontramos cuando había descendido, frente a nosotros, de La Peña'l Vientu.





 





















Y así transcurre este invierno poderoso, que está colmando nuestras ansias de nieve virgen.



2.4.13

Orhi


El Pico Orhi es el 2.000 pirenaico más cercano al mar Cantábrico.

Su esbelta silueta domina el valle navarro de Salazar emergiendo de la emblemática masa boscosa de la Selva de Irati.