Serendib era el nombre con el que los persas conocían en la antiguedad a la isla de Sri Lanka.
De ahí procede el término "serendipia", que describe un descubrimiento afortunado e inesperado que se produce cuando se está buscando otra cosa diferente. Y eso fue exactamente lo que me ocurrió en este viaje:
Me uní al plan, que habían organizado mis queridos amigos vascos, sin demasiadas expectativas. Pensando únicamente en compartir con ellos unos días de vacaciones en un lugar exótico.
Y descubrí una forma de viajar emocionante, en la que por primera vez en mi vida no llevaba los esquís o los pies de gato, si no la bicicleta.
Pedaleando conocí un país exuberante: Gentes amables que siempre sonríen, naturaleza con una de las mayores biodiversidades del planeta, monumentos arqueológicos grandiosos, playas tropicales de ensueño, multitud de templos de profunda religiosidad, exquisita gastronomía,......
Me uní al plan, que habían organizado mis queridos amigos vascos, sin demasiadas expectativas. Pensando únicamente en compartir con ellos unos días de vacaciones en un lugar exótico.
Y descubrí una forma de viajar emocionante, en la que por primera vez en mi vida no llevaba los esquís o los pies de gato, si no la bicicleta.
Pedaleando conocí un país exuberante: Gentes amables que siempre sonríen, naturaleza con una de las mayores biodiversidades del planeta, monumentos arqueológicos grandiosos, playas tropicales de ensueño, multitud de templos de profunda religiosidad, exquisita gastronomía,......
Una lista inabarcable de motivos por los que viajar a la antigua Ceylan.