25.2.11

Rebosando esquí.


Fue un intenso fin de semana de esquí de montaña.

El sábado meteorológicamente inestable me levanté perezoso. Sin madrugar me acerqué al Puerto San Isidro con intención de hacer una travesía relajada en la grata compañía de Nando, Raquel y Rosana. 

La nieve escaseaba, había nevado los últimos días pero, desafortunadamente, muy venteado y la nieve no acumuló. Al final, como es habitual este invierno, salimos foqueando por las pistas de la estación y subimos hasta una pequeña cumbre que la corona: Peña Nevares. Un monte muy socorrido en periodos de escasez.

Una buena compañía hace especial cualquier travesía independientemente de las condiciones de la nieve. Esta obviedad se cumplió fielmente todo el fin de semana.

El sábado por la tarde me despedí de Nando, Raquel y Ro para unirme a Vitor y Ana partiendo juntos rumbo a Picos de Europa.

Por delante noche de intensa tertulia frente al fuego y día de jubiloso esquí.

El Macizo Oriental de Los Picos tiene magia en invierno. Cumbres abruptas muy accesibles desde Sotres y con el colosal contraste de esquiar casi asomándonos por encima del mar.

Dramática belleza ante nuestros ojos, la que se obtiene de combinar el blanco de la nieve con el verde de los valles y el azul del mar.

Del Jitu d'Escarandi hasta la cumbre del Pico San Carlos subimos con vigor y bajamos exultantes 1.000 intensos metros de desnivel saboreando todo el catálogo de nieves: dura, aún más dura, costra, polvo, primavera,...





Con un par de días como estos reboso de esquí y de sana amistad para afrontar otra semana de trabajo y estudio.

17.2.11

Suspiros.


Hoy no para de llover.

Periodo de transición mientras las montañas se cargan de nieve. Típico día propicio para la melancolía.

Frente a la ventana veo caer la incesante lluvia y a mi mente distraida acuden imágenes de recuerdos que siempre vuelven en días como este.

Yo no soy un persona que acostumbre a vivir de recuerdos. Me gusta más pensar en nuevos proyectos, ilusiones, sensaciones.

Todas las vivencias pasadas están muy bien porque te enriquecen y te aportan experiencia, pero para utilizarlas en el futuro, no para recrearse en ellas.

Aún así, hay imagenes imborrables que cuando vuelven a mi mente me hacen lanzar un lánguido suspiro:

ahhhhh.... ¡quiero volver a estar allí!..........


Con mi querido Falcone atravesando el Paso Marconi. Campo de Hielo Patagónico Sur. 


y sé que pronto, ....... muy pronto,........allí estaré de nuevo.

13.2.11

Alimento mi espíritu.


La nieve sigue sin caer generosamente este invierno en la Cordillera Cantábrica. Pero buscando siempre se encuentra.

Ahora que por el momento estoy liberado de exámenes, en cuanto tengo ocasión y las condiciones meteorológicas lo permiten me calzo las botas de esquiar: telemark, alpino, estación, travesía, por aquí y por allá.. Con todo disfruto.

Aprovechándonos de la parte baja de las Estaciones de Esquí que mantienen algo más de nieve, ganamos altura y foqueamos por la zona de San Isidro hasta la cumbre del Pico Roldán.

El tiempo espléndido nos regala un precioso día encima de las tablas. Junto a Pablo subo, bajo, volvemos a subir, volvemos a bajar ... y así sucesivamente.

Saboreando intensamente ese escaso y precioso elemento blanco.

Bellas imágenes que guardo en la retina y alimentan mi espíritu.







12.2.11

Estudié montañas.


Que intensas fueron estas últimas semanas.

Orientación, Seguridad, Conducción, Medio Ambiente...

Y también Ilusión, Belleza, Amistad, Alegría...

Se acabaron ya las clases prácticas del bloque específico de Técnico Deportivo de Montaña y me queda una grata sensación de bienestar.

Días espléndidos rodeado de buena gente.

Me sumergí en las montañas astures con nuevos ojos, viendo lo que antes ni miraba.