31.12.13

En La Liébana


Principios de Diciembre. Tras un largo periodo de buen tiempo la nieve se ha asentado y endurecido. Buscamos una cara sur en las alturas del Macizu Central de Picos d'Europa para asegurarnos una buena esquiada.

Fuente De es nuestra mejor opción. Partimos de los 1.850 metros de altura de la estación superior del teleférico, donde la nieve está en mejores condiciones que en las partes más bajas de la Cordillera. Ascender por las caras más sombrías, nortes y oestes, obligaría, en estas condiciones, a utilizar cuchillas o crampones.

A medida que ascendemos, la nieve va ablandándose por la acción del sol. Tras alcanzar la cumbre de La Padiorna (2.319 metros) iniciamos un divertido descenso por la Canal de San Luis,  disfrutando de intensas sensaciones con cada giro trazado.

Esta temporada que apenas comenzó, no deja de regalarnos febriles jornadas de esquí de montaña.

















16.12.13

Pico Astún


En los primeros días de Diciembre me acerqué a Jaca a ver a mis amigos euskaldunes. Fue una visita rápida, quizá sólo para darles un abrazo largo tiempo esperado. 

Protegidos por la indómita belleza del Midi d'Osso, Aitor, Estitxu, Koldo y yo, dimos un hermoso paseo rodeando el Pico Astún, recordando los días de verano, la distancia y los viajes.

Hermoso reencuentro, en el corazón de las montañas pirenaicas, para compartir nuestra eterna pasión por el esquí y la amistad inquebrantable.












12.12.13

Payares


Dexé la Patagonia cuando la primavera espoxigaba y, apenes zarramicando'l güeyu, aporté a una Asturies somorguiada na seronda.

Nel mes de Payares, coles viesques ainda doraes, les montañes tornáronse dafechu nidies.

Ye'l tiempu de los díes curtios, les nueches fríes y la ñeve nes cumes. Del fuéu nel llar, de lleer un bon llibru embaxu'l cobertor, de castañes y sidra dulce.

Y ye tamién el tiempu de pañar los preseos d'esquiar, nun requexu del trasteru escaecios pol llargu branu, iguar les tables y ponese a esnidiar como llocos peles blanques fasteres de les montañes astures.

Esti añu la ñeve vieno ceu y con rixu abondu.






















8.12.13

Paine


Si hay una palabra que encarne a la perfección la esencia de un entorno natural majestuoso, esa es, sin duda, Torres del Paine.

En el año 1557 el navegante español Juan Ladrillero, en su búsqueda de la entrada occidental del Estrecho de Magallanes, llegó, extenuado, a un fiordo del Pacífico que bautizó como Seno Última Esperanza.  

En ese lugar de poético y explícito nombre, se sitúa hoy en día la ciudad de Puerto Natales, puerta de entrada al que se considera el mejor Parque Nacional de Sudamérica.

Una ciudad agradable que vive de los miles de turistas que cada año viajan hasta allá para conocer tan emblemático lugar.

El Parque es un modelo de perfecta organización, excesiva para mi gusto. Consta de una red de carreteras que lo circunvalan e incluso atraviesan, para que los turistas puedan visitarlo sin apenas esfuerzo, contratando los tours motorizados que ofertan las agencias.

Y para aquellos que quieran conocerlo caminando, más profundamente y con más esfuerzo, hay recorridos de varios días con alojamientos que abarcan la gama completa: desde campings hasta hoteles de lujo. 

Eso sí, en un lugar tan frecuentado hay multitud de normas y tarifas de obligado cumplimiento. Reglas tal vez indispensables, cuando un paraje se hace tan famoso que todo tipo de turistas acuden en masa a un ecosistema tan frágil.

Pero la majestuosidad del paisaje obvia cualquier inconveniente: Torres del Paine, Los Cuernos, los glaciares y los lagos.