Llego la hora de la despedida. Aitor y Esti volvían a la deprimente Europa. Pero no fue triste porque no es un adiós, es un hasta pronto.
Mientras aguardaba la llegada de Karlos y Txefo recorrí Santiago y
Valparaíso: Visite el Palacio de La Moneda y le presenté mis respetos a Salvador Allende, caminé
La Avenida Alameda inmerso en la multitud festiva y despreocupada, comí en el Mercado Central entre la
algarabía de vendedores y clientes, me senté a disfrutar del espectáculo vital de La Plaza de Armas, subí en ascensor a los empinados barrios de la caótica e inverosímil Valparaíso
literalmente colgados de los cerros sobre la hermosa bahía,...turismo urbano al que no estoy muy habituado pero también indispensable cuando se viaja.
Juntos bajamos a la región del Biobio. Llegamos a Chillán
cuando el invierno retornó.
Termas de Chillán es un centro invernal con fama de poseer una de las mejores nieves de Chile y nosotros pudimos catar una porción de su afamada nieve polvo.
Alcanzamos la cumbre del Volcán Chillán Nuevo sumergidos en la espesa niebla y bajamos con una espléndida nieve polvo que nos hizo sentirnos plenamente saciados.
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