Tras la tempestad llegó la calma. Cami y yo decidimos esquiar algún monte sencillo donde el riesgo de aludes se minimizara.
Nos acercamos al pueblo leonés de Camplongo cercano al Puertu Payares. Desde sus 1.260 metros de altura foqueamos hasta la cumbre del Brañacaballo. Esta cumbre de 2.182 metros es la predominante de este sector de la Cordillera Cantábrica.
Su amplia y redondeada cumbre nos proporciona un tranquilo y largo descenso cercano a los 1.000 metros de desnivel en los que se alternan la nieve dura, los sastrugis, la nieve primavera e incluso la nieve pesada.
Largo y variado fue el descenso al igual que la comida que nos metimos en Casa Ezequiel tras quitarnos las botas y guardar los esquíes. Uno de nuestros memorables templos de la fartura.
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