12.11.16

Sri Lanka en bicicleta


 Serendib era el nombre con el que los persas conocían en la antiguedad a la isla de Sri Lanka.


De ahí procede el término "serendipia", que describe un descubrimiento afortunado e inesperado que se produce cuando se está buscando otra cosa diferente. Y eso fue exactamente lo que me ocurrió en este viaje:

Me uní al plan, que habían organizado mis queridos amigos vascos, sin demasiadas expectativas. Pensando únicamente en compartir con ellos unos días de vacaciones en un lugar exótico.
 
Y descubrí una forma de viajar emocionante, en la que por primera vez en mi vida no llevaba los esquís o los pies de gato, si no la bicicleta.

Pedaleando conocí un país exuberante: Gentes amables que siempre sonríen, naturaleza con una de las mayores biodiversidades del planeta, monumentos arqueológicos grandiosos, playas tropicales de ensueño, multitud de templos de profunda religiosidad, exquisita gastronomía,......


 
Una lista inabarcable de motivos por los que viajar a la antigua Ceylan.



























































1.5.16

Tromsø. Esquiando en el Círculo Polar Ártico


Para aquellos a los que nos emociona esquiar, una de las imágenes más poderosas y evocadoras es, sin duda alguna, la de un esquiador de montaña deslizándose grácilmente entre nieve polvo junto al mar.

Y uno de los lugares más populares para vivir esa experiencia es la Región de Troms, en el norte de Noruega, muy cerca del círculo polar ártico. Un laberinto de islas, penínsulas y fiordos con infinidad de montañas esquiables que rondan los mil metros de altura.




El coche, equipado con ruedas de clavos, es indispensable para moverse por las carreteras nevadas que circunvalan la costa. Aparcando el coche a un lado de la carretera tendremos acceso a todas las cumbres desde prácticamente el nivel del mar, pudiendo enlazar con facilidad varias cumbres en el mismo día.































Chus, Ines y yo, visitamos tres zonas diferentes: Tromsø, Isla de Kvaløya y Alpes de Lyngen.

Los primeros días esquiamos en Los Alpes de Lyngen, a dos horas de Tromsø en auto+ferri. Sus montañas son escarpadas, mucho más abruptas que las de Tromsø o Kvaløya. Alquilamos un acogedor apartamento en el pequeño pueblo de Lyngseidet. Un lugar idílico situado a orillas de un fiordo y rodeado de montañas. 


La segunda semana nos trasladamos hasta una cabaña del camping de Tromsø. Desde nuestro confortable campo base nos desplazábamos por Tromsø y Kvaløya a la búsqueda de laderas cargadas de nieve polvo.

Y vaya si las encontramos.....