Buscando nieve crema.

 

 

Fin de semana con sol radiante en el Norte.

Me acerco hasta Picos d'Europa. Allí quedé con Aitor y Esti que vienen desde Euskadi para probar la nieve cantábrica. Experimentar esa sensación única de deslizarse sobre las tablas con el Mar Cantábrico a nuestros pies.

El domingo se nos une Luque.

Salimos del Jitu d'Escarandi con la idea de subir el Sagrado Corazón o el Samelar pero a medida que vamos subiendo vemos que la nieve está durísima y el viento frío que está soplando hace que se transforme muy lentamente sobre todo en las vertientes más sombrías.

Está claro, hay que buscar una ladera de orientación sur recalentada por el sol y que nos permita gozar de una potente bajada con nieve crema al mediodía.

Nos vamos al Picu Boru.

En la subida ponemos los pinchos por precaución en algunos tramos en los que con los esquíes vas demasiado precario y si caes te enciendes.

Pero el sol va haciendo su trabajo y cuando llegamos a la cumbre la nieve ya está en su punto exacto para que la esquiada sea gloriosa....

 

Preludio de lo que nos aguarda la semana próxima en los Montes Rila y Pirin....

Paseo por Ubiña.

Mientras la nieve aguante, seguimos dándole al esquí de travesía siempre que tenemos ocasión. 

Y en esta ocasión, valga la redundancia, me acerqué con Ana al Macizu d'Ubiña a dar un hermoso paseo alrededor del Picu Cerreos. Literalmente alrededor, ya que le dimos la vuelta completa al monte.

En la montaña le suelo dar cierta importancia a la actividad que realizo pero la verdad es que cada vez menos en comparación con la gente de la que me rodeo. 

Quiero decir que la actividad se convierte en algo secundario, y lo que realmente me motiva es la gente con la que comparto esa actividad sin importarme ni el nivel, ni el ritmo de la ascensión.

Y esta vez me junté con muy buena gente, como siempre. 

Salimos de Tuiza d'Arriba, subimos por El Meicín, saludamos a Xuacu y Willy que estaban trabajando en el refugio y continuamos hasta el Colláu Terreros. Después de una suave bajada hacia La Vega Candioches volvemos a remontar a la izquierda a alcanzar Los Puertos de Cerreos. 

Desde estos puertos, un bello balcón con buena orientación noroeste, el descenso hasta El Meicín fue divertido y elegante. Buena nieve primavera, consistente y fácil de mover hasta llegar al refugio.

Un placer la cerveza y la conversación con mi querido compañero de clase Guillermo Arismendi, un genuino patagónico noble y recio. 

Y como guinda conseguimos llegar esquiando, manteniendo la elegancia y sin rayar los esquíes, hasta la misma aldea de Tuiza negociando entre prados, piedras, vallas y portillas.... lo que Zarabozo, perfecto compañero este día, define con su habitual agudeza como "ski safari".