18.11.12

Benidorm


Después de pasarme casi dos meses vagabundeando por Patagonia recorriendo lugares de belleza espectacular sin más preocupación que decidir hacia que nueva cumbre encaminar mis pasos con mis esquíes a hombros, se hace duro volver a la rutina de la vida ovetense. 

Una rutina impregnada de sentimientos de tristeza, rabia e impotencia al ver el cariz de los acontecimientos en mi tierra. 

Demasiadas imágenes de violencia policial, de creciente pobreza, de desigualdad social, de pérdida de derechos sociales....de desesperación.

Necesitaba sentir el sol en mi rostro ahora que la sombra del desánimo lo está cubriendo todo.

Aprovechando que Aitor estaba en Benidorm decidí hacerle una visita. Allí estaban también Maribel y Oskar con los que hacía largo tiempo que no coincidía. Y estaban a punto de llegar Esti, Ziriza y Txeki.

Una ocasión estupenda para poner en práctica el hermoso sentimiento de la amistad y trepar al sol antes de volver a sumergirme nuevamente y por largo tiempo en un ambiente lluvioso y frío que hiela el cuerpo y sobre todo el alma.

Desde un Benidorm lleno de europeos del norte buscando el calor que yo también añoraba, nos acercamos hasta las escuelas de escalada de Marxuquera, Toix y Guadalest a pelear con la roca y entretanto olvidarnos del resto del mundo.

Se avecinan tiempos en los que habrá que aprender a pelear.



7.11.12

Cerro Vespignani



Como viene siendo habitual estos últimos años mi periplo patagónico finalizó en El Chaltén.

En esta ocasión fue una "visita de médico". Estuve el tiempo justo para ver a los amigos, pasear por el pueblo y descansar antes de verme inmerso en la vorágine del viaje de vuelta a casa.

Aparentemente el pueblo apenas había cambiado, de hecho me parecía recordar casi todos los edificios. Tal vez algún negocio nuevo, alguna fachada rematada,...pero el mismo espíritu pionero.

Este lugar tan especial siempre está presente en mi memoria y las vivencias que año tras año allí experimento forman parte de mis más queridos recuerdos vitales.


Cordal del Fitz Roy desde la Laguna Azul


La Poincenot, El Fitz y el Eléctrico

El Chaltén


 
Entre ellos uno especialmente grato fue aquel día espléndido de Septiembre de 2011 en que esquiamos el Cerro Vespignani.

Esta es una de las esquiadas más grandiosas que se pueden realizar en el remoto sur de la Patagonia, lejos de "ski resorts" y aglomeraciones de turistas.


Cerro Vespignani  2.146 metros




1.500 metros de desnivel de exquisito "powder patagónico". Un exótico menú que muy pocos han saboreado.

El invierno en estas latitudes es intensamente salvaje y desolado.

Y el entorno es de una belleza sublime: Los lagos del Desierto y O'Higgins/San Martín a nuestros pies y  los Cordales del Cerro Torre y el Fitz Roy a nuestro alrededor constituyen uno de los entornos naturales más espectaculares del planeta.