17.1.09

Talones libres.


Descubrí el esquí ya mayor.

Cuando tenía 28 años decidí que para disfrutar con más intensidad de mi pasión por las montañas era necesario aprender a deslizarse por las laderas nevadas, así que con mi amigo Carlos me fui a Candanchu a hacer un primer curso de iniciación para lograr hacer la cuña rodeado de chiquillos.

Por tanto llegué al mundo del esquí desde el mundo de la montaña y en aquella época los montañeros en general aborrecíamos todo lo que provenía de las estaciones de esquí. Éstas eran a nuestros ojos lugares contaminados por el mundo urbano y las evitábamos a toda costa.

Y en consecuencia practicábamos un esquí de supervivencia: subíamos bien y después bajábamos como podíamos.

Pero eso no me satisfacía así que decidí que había que adquirir una técnica lo más depurada posible y para ello era indispensable practicar en una estación y realizar cursos que me ayudaran a mejorar.

Y así, poco a poco, mis intenciones fueron cambiando y empecé a gozar del esquí cada vez con más fuerza hasta el punto que dejó de ser un medio para convertirse en un fin en si mismo.

Un día llegué al Valle de Benasque para realizar un curso de esquí de montaña y me enamoré de ese maravilloso lugar. Desde entonces acudo cada año, allí me siento como en casa rodeado de buenos amigos con los que comparto plenamente nuestra pasión montañera.

El año pasado di un paso más y con Aitor nos apuntamos en Cerler a un curso de iniciación al telemark. Paradójicamente la técnica de esquí más antigua nos ofrece las sensaciones más puras. Esos bellos giros flexionando las rodillas nos acerca más a la nieve y los talones libres nos dan plena libertad en las bajadas.

Por eso a partir de ahora intentaré dejar de ser un "escayolado" ... ¡talones libres!



3 comentarios:

M.Eugenia dijo...

Hay que ver lo que se aprende contigo, por cierto no puedo ver el video.
Besos

Duba dijo...

Uf...conmigo se aprende poco, soy demasiado simple, siempre hago lo mismo. Respecto al vídeo no sé el motivo pero la verdad no te pierdes mucho: mi tercer día de telemark por las pistas de Cerler.
Yo si que aprendo viendo lo que escribes en tu blog.
Besos.

M.Eugenia dijo...

Ya he visto el video, vaya posturita mas apropiada para mis rodillas.
Besos