Nunca dejará de sorprenderme el brutal contraste entre un lado y otro del tunel del Negrón, en la autopista que une Asturies con la meseta. Especialmente en verano.
Este fin de semana Pablo y yo atravesamos las montañas para irnos hasta la escuela de escalada de Rabanal de Luna, en los valles norteños de la provincia de León.
Recorriendo los cuatro kilómetros del tunel que separa Asturies de León el clima cambia tan bruscamente que podría parecer que hemos cogido un vuelo de varias horas a un lugar muy lejano.
Inmersos en la densa y húmeda niebla parece difícil de imaginar que a 40 minutos de casa el sol nos calentará mientras escalamos preciosas placas en un tranquilo y bello paraje.
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