30.7.13

La vida sigue


Sentado frente a la ventana observo la niebla enganchada en las copas de los árboles, mientras se descuelga montaña abajo hasta casi alcanzar el fondo del valle.

Al otro lado del cristal, los pájaros desarrollan una febril actividad revoloteando entre las ramas de los árboles frutales. Sus trinos armoniosos son la banda sonora diaria, la música que me relaja cuando busco la paz del espíritu en mi refugio de La Llera. Distingo malvises, xilgueros, ñerbatos, xilgalraos, temblerines, ferrerinos, raitanes,...; sonoros nombres que me enseñó mi padre y que apenas soy capaz de traducir al castellano.

El mes de Julio avanza vertiginosamente. En realidad, es la vida la que transcurre a un ritmo frenético. O al menos esa es la sensación que tengo, especialmente a medida que me hago más viejo.

Viendo los síntomas, creo que he entrado en una fase un tanto melancólica.

Y yo intento vivir todo este cúmulo de sentimientos de la forma más placentera y tranquila posible. Las horas de trabajo se alternan con las escuelas de escalada, las rutas en BTT, lecturas en la playa, horas de segadora y motosierra, asados y tertulias.

La vida sigue su curso.....