12.4.12

Nieve primaveral.


Justo cuando ya casi estaba guardando los esquíes y sacando las chanclas y el pantalón corto recibí un inesperado regalo.

Las nieves caídas los primeros días de Abril nos permiten estirar un poco más una temporada que ya agonizaba en las montañas cantábricas.

Después de volver de Bulgaria aún me queda motivación para seguir esquiando. Aunque mis guardias en el trabajo solamente me permiten subir al "Puertu" por las mañanas, es más que suficiente para hacer unas bajadas disfrutonas por los alrededores de Payares o San Isidro.

Tras la Semana Santa las estaciones de esquí ya han cerrado. Las montañas han recuperado la paz que las aglomeraciones de esquiadores de pista le roban durante todo el invierno.

Y en medio de esa soledad encontramos la placentera sensación de deslizamos sobre los esquís aprovechando la acumulación de nieve que hay en las pistas.

Los giros se suceden con fluidez en una nieve primavera que a media mañana está espléndida en estos días soleados de Abril.















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